El tercer día en Italia empezó temprano, a las 8:30 en Palù, de ahí partimos hasta el punto de encuentro, en una gasolinera donde conformamos una buena Gruppetta. El destino era inmejorable: la Riva del Garda. De las tantas veces que he viajado a ese país, siempre me había quedado con las ganas de poder observar de cerca y en vivo el lago más grande de Europa.
Así que nos pusimos en marxa, pero con tanta montaña alrededor la impaciencia por llegar a destinación y admirar las vistas duró un momento, porque la travesía me ofreció un paisaje lindíssimo, aquí tenéis un recopalitaorio:
Nunca en 90km de pedalada, había contemplado tanta belleza, en serio. Por el camino hicimos un par de paradas, para rellenar los bidones, porque el calor era notorio:
Por la noche, a eso de las 20:30, Dina y Giorgio me recogieron en el Agritur de Ceola(donde me alojé) y me llevaron a la Fiesta Local de Cembra, es como unas Olimpiadas: los participantes de cada aldea se pasean como los abanderados en Pekín para darse a conocer y luego los "deportistas" compiten por ser el nuevo campeón; la prueba consiste en dar la vuelta al pueblo tirando de un burrito y luego realizar los 30 metros finales encima de él hasta la meta, eso durante 3 vueltas. Aquí está el problema, en que si los animales no hacen caso, la competición se puede alargar mucho, por suerte pudimos ver al ganador, pero los dos últimos tardaban tanto en completar el recorrido que optamos por ir a dormir y descansar, porque el día había sido duro y intenso.
Y mañana, un especial dedicado al Lago Tenna, muy cerca del Garda y que me permitió sacar unas instantáneas para el recuerdo muy bonitas:
1 comentario:
sin duda la riva del garda es de lo mas bonito que he visto nunca, buenos recuerdos!!
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