Que momentos!!

Incluso en un deporte de tanta dureza como el ciclismo, encontramos instantáneas impagables!!!
Como las dos de arriba: la primera hace un año, cuando el mejicano Julio Alberto Pérez Cuapio le coge prestado el tridente al Diablo de Tasmánia en una actitud que demuestra lo desesperado que estaba el pobre por el ritmo que imponía Leonardo Piepoli, sin duda aquel día en Le Tre Cime di Lavaredo lo que menos me importó fué la victoria final de Riccardo Riccò. En la segunda foto aparece mi ídolo Gilberto Simoni llegando victorioso a la meta del Giro del Veneto 2004, enrabietado por no ir convocado con Italia al Mundial decide acercarse a las vallas y compartir su alegría con el público. Jamás antes había visto a un corredor acercarse al diablo y menos cogerle su arma, y tampoco a un ganador de carrera intercambiar palmadas con el público justo antes de cruzar la línea de meta.

Se habla muy mal del ciclismo en general, pero yo prefiero quedarme con esos detalles, los que nunca se olvidan, porque fueron graciosos. Y en la vida lo más importante es divertirse!!!
VIVA LA IMPROVISACIÓN!! Ciao!